Por qué estar en redes sociales

Hace unos días vi cómo en una oferta de trabajo una empresa pedía a los aspirantes a candidatos que les explicase en tres líneas por qué era necesario estar en las redes sociales. La verdad es que me hizo gracia, porque al fin y al cabo no es el típico “¿tú qué puedes ofrecernos?”, sino más bien algo del tipo “véndemelo, porque yo creo que te necesito, pero quiero saber si tú lo sabes y me lo explicas”.

Y es que hay tanta confusión con las necesidades de comunicación y social media tanto por parte de profesionales como de empresas, que es normal que la parte contratante quiera saber la opinión del candidato. A mí me ha pasado en alguna ocasión invertir casi el mismo tiempo en concienciar a mi contratante de lo necesario que era llevar a cabo estrategias de comunicación que en desarrollar dichas estrategias. Y eso que, como en el anuncio, hablaba con alguien que había sentido la necesidad de implantar un plan de comunicación o social media.

 Volviendo al tema… ¿es necesario estar en las redes sociales? Yo no creo que la respuesta dependa de si eres una pyme o de en qué sector te mueves; sino más bien de lo que te importa tu empresa. Si lo que quieres es crecer, asentarte, convertirte en un referente en tu sector, fidelizar al consumidor, etc., … yo diría que sí. ¿Por qué? Si estuviéramos en una serie de televisión, seguro que llegados a este punto alguien te propondría hacer una lista de pros y cons, así que allá vamos.

• Pro: Si las empresas de tu sector están y tú no, el primer pro está claro: estás perdiendo ventaja competitiva. Podríamos empezar a buscar datos, pero nos daría para innumerables posts (que no descarto publicar), pero en general, la sociedad (y no sólo el público más joven) vive en Internet. También, claro está, consume en o gracias a Internet. Si tú no estás, se lo pones fácil a la competencia, ya que cuando alguien busque les encontrará a ellos y no a ti.

• Esto nos lleva también a la situación opuesta: si ellas no están y tú sí, la ventaja que adquieres es obvia. Por lo tanto, esto es también Pro.

• Estar en redes sociales influye en tu imagen. Hay quien teme que permitir opinar a los consumidores en público pueda ser nefasto (De momento, Contra); pero no estamos hablando de abrir un perfil en Twitter y otro en Facebook y dejarlos ahí, sin más. Si nos ponemos en manos de un experto, éste podrá monitorizar, escuchar y atender a los clientes y sabrá cómo hacer que esas posibles quejas puedan ser aprovechadas para mejorar la reputación de la empresa o producto. (Así que hablaríamos de un Pro). Porque ¿qué es mejor: estar incurriendo en errores que desconocemos y que pueden hacer que el consumidor no “se queje” pero que sea fidelizado por otra marca; o comprender nuestros puntos débiles y reforzarlos? Por otra parte, que no comenten en nuestros perfiles no quiere decir que no “hablen mal de nosotros”, así que casi mejor saber lo que ocurre y poder remediarlo. En mi opinión, estamos ante el tercer Pro.

• Las redes sociales nos permiten crear comunidad, cosa que no ocurre con métodos más tradicionales y menos interactivos. Con esto quiero decir que estar en las redes sociales (estando bien, por supuesto) nos facilita las cosas a la hora de conseguir fidelización. Por lo tranto, Pro.

• Las redes sociales nos permiten acceder al público de una forma menos “comercial”, por decirlo de algún modo, y más “humana”. En realidad, esto de la humanización es una parte muy importante del trabajo en social media. Al acceder al público de un modo más humano, el tipo de engagement que conseguimos es diferente, y de ninguna forma constituye algo negativo, sino todo lo contrario. Contamos un Pro más.

• Las redes sociales permiten poner en marcha nuevos métodos de marketing y comunicación (promociones, eventos, concursos…), que generan resultados positivos (no sólo en términos económicos, que también, sino en lo relacionado con la fidelización, la recomendación de unos consumidores a otros que lo son de forma potencial, etc.), y todo con una inversión muy pequeña. Si no estamos online, podemos ir despidiéndonos de nuevas formas de atraer y mantener público. Pro.

• Con las redes sociales, no sólo conoces mejor a tus consumidores, sino que ellos te conocen mejor a ti, y a tu sector. Puedes ofrecer un tipo de contenido e información al que no se podría acceder de otro modo. Y, una vez más, esto fomenta el engagement. Otro Pro.

• Estar en las redes sociales cuesta dinero. Contra. Cierto que no se trata de un gasto sino de una inversión, pero si realmente no se puede disponer de los recursos necesarios, no se puede. Siempre hay fórmulas alternativas, y tampoco se trata de contratar a la agencia más puntera, pero el “gasto” puede ser, en algún caso, un contra. Claro, que habría que sopesar este «contra» con el que supone quedarse aislado, porque eso es lo que sucede si una empresa no empieza a trabajar en redes sociales. El otro día, Pedro J. Ramírez (el director de El Mundo), decía que “el futuro será digital, o no será”. Yo no suelo abusar de afirmaciones tan… así, pero hay que reconocer que, aunque lo dijera en otro sentido, tiene razón.

Y así las cosas, tenemos siete pros y un contra que ni siquiera lo es de forma absoluta, porque se trata de una inversión y no sólo para ganar, sino para no perder todos los beneficios que perderíamos si obviasemos los pros. ¿Cómo lo veis?